Tu entrenador te miente (y tú tienes parte de la culpa): Un ensayo sobre el manejo de expectativas

Este post toca varias de las lecciones más importantes que he aprendido a través de mis experiencias y las de otros con los que he compartido. Es importante porque es un problema que tienen los que deciden seriamente mejorar su imagen y/o salud invirtiendo dinero en un entrenador, de los cuales la mayoría obtiene resultados mediocres y/o los pierden en pocos meses.

Ser entrenador es una profesión, y como toda profesión tiene un aspecto económico y comercial atado a ella. Los entrenadores venden algo que casi todo el mundo quiere: estar en forma aprendiendo la técnica correcta de los ejercicios, minimizando la posibilidad de lesiones y sobre todo, en el menor tiempo y con el menor esfuerzo posible. Son estos los factores que, cuando son mezclados con las ganas de vender de los entrenadores y la falta de información de los clientes, dan cabida a varias situaciones que a la larga no ayudan a ninguna de las partes.

El "secreto" de ponerse en forma que tu entrenador no te dice

Es virtualmente imposible tener un beach body en "16 semanas o menos". Hay casos, como el de este hombre (recomendado el documental, es muy interesante), que lo han logrado en 6 meses, pero a un costo físico y emocional bastante alto, al punto de ahogarse en llanto por el estrés de llevar una rutina de dieta y ejercicio tan extrema y aún así los resultados no son típicos. Una persona promedio puede tardar más de un año para lograr los resultados que unos pocos logran en 6 meses.

Otro factor es que es mucho más fácil hacer que alguien pierda peso que hacer que esté en forma. Por eso vemos que la métrica por excelencia utilizada por muchos entrenadores y nutricionistas para medir el progreso es el peso corporal. La mayoría de personas lo que realmente quiere aunque no lo saben es una recomposición, no perder peso. Una recomposición implica modificar tu dieta y rutina no para perder peso, sino para sustituir grasa por masa muscular.

~190lbs...

... Y 193lbs. ¿Estás seguro que lo que quieres es perder peso?

El problema que enfrentan los entrenadores es que si dicen a sus clientes "vamos a hacer una rutina y una dieta razonable, a educarte y entrenarte para que en 6-9 meses puedas empezar a ver los cambios que esperas y seas capaz de mantenerlos a largo plazo" pocos los contratarían. Esto los pone en una situación donde la alternativa más viable comercialmente es diseñar programas que den resultados relativamente notables a corto plazo, aunque los clientes hagan "burnout" a los tres meses y dejen el programa, culpándose ellos mismos por el fracaso. Creo que todos conocemos muchas personas que trabajan con los entrenadores de moda, los ves emocionados en Twitter/Instagram/Facebook por 2 meses y luego ni una palabra al respecto. No es coincidencia y la verdad es más culpa del entrenador que del cliente por no manejar expectativas de una manera realista. Claro, aunque hay excepciones que son francos con sus clientes, también están los que descaradamente engañan con fotos antes y después manipuladas, como muestra Furious Pete en este video o con trucos menos elaborados como la foto adjunta. 

Entre estas dos fotos hay 15 minutos de diferencia; un cambio de pose, ropa, pelo, zoom y filtro ayudan bastante a engañar.

Oscurantismo y misterio

Otro problema que surge del conflicto de intereses entre el entrenador y el cliente es que el primero usualmente trata de que la rutina sea lo más indescifrable posible para el segundo, haciendo variaciones y cambios no con el bienestar del cliente en mente, sino para cimentar su dependencia. Personalmente y por la experiencia de cientos de personas que han compartido sus historias en las comunidades que frecuento un programa tan sencillo como StrongLifts puede funcionar perfectamente para ganar fuerza y músculo, pero ¿Quién le pagaría a un entrenador una gran cantidad de dinero por sesión para hacer los mismos 5-7 ejercicios todas las semanas? Quizás no muchos. A la gente le gusta esa variedad, no quieren hacer las mismas cosas aunque funcionen, y obligan a los entrenadores a realizar esos planes para vender.

Aparte del misterio está el factor de querer diferenciarse de los demás, tener un branding distinto y un programa particular para que la gente los prefiera. Un nombre en Inglés, un puñado de ejercicios de dudosa efectividad pero que son exóticos, y listo. 

¿Entonces, cuál es la alternativa?

¿Está todo perdido? Para nada. Es sólo que el cliente y el entrenador tienen que aterrizar y sincerarse.
Como cliente debes:

• Tratar dentro de lo razonable de corroborar las promesas que te hace el entrenador
• Ver casos de éxito tomando en cuenta lo que aprendiste en este post, preguntar por clientes actuales y de ser posible hablar con ellos y ver sus resultados
• ¿Es el entrenador badass? ¿Está en forma y es fuerte? ¿Tiene experiencia demostrada y relevante con otros clientes? Pregúntale sus récords personales. La cantidad de entrenadores patéticamente débiles, a juzgar por lo que presumen en las redes sociales, es a partes iguales alarmante y deprimente.

Un entrenador que realmente se preocupe por ti debe explicarte que si bien el cuerpo es una máquina capaz de fantásticas adaptaciones, estas tienden a requerir de estímulo durante un período de tiempo más largo de lo que los anuncios de televisión les quieren hacer creer.

Algo que se me ocurre es un esquema donde hay un período inicial de algunos meses donde el entrenador cobra una tarifa, asiste al cliente en todos los ejercicios, dieta, etc. Luego de este período entran en un ciclo de una sesión por semana o cada dos semanas, donde revisan técnica, dieta, preguntas y demás. Eso le traería dinero de manera consistente al entrenador y los clientes obtienen lo que en realidad necesitan.

Para llevar:

• No te dejes vender un sueño. Ese cuerpo que tiene tu entrenador toma muchísimo más que 16 semanas de "ejercicio" y comer brócoli con pollo.
• Busca información. Contrasta lo que te dice tu entrenador con lo que entrenadores prominentes recomiendan.
• Sean honestos uno con el otro, trabajen para una relación a largo plazo.

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